Colección: Barbatos de Gundam
El día que recibí mi primer Gunpla.
Esto se sale del estándar de esta página/blog, pero para eso tenemos una zona específica.
El año pasado reencontré mi amor por el anime “Mecha”, robots gigantes pilotados por un humano que pelean entre ellos para cumplir sus objetivos. Esto fue con la serie, Mobile Suit Gundam: Iron Blooded Orphans.
En resumidas cuentas, la serie trata sobre niños que son esclavos en marte y luchan para conseguir su independencia y obtener derechos. Mucha política y temas algo complejos que ya son costumbre en la franquicia Gundam.
Barbatos es el octavo demonio en la clasificación de Ars Goetia, representado como un Duque con legiones de demonios a su servicio. Pero aquí, Barbatos es la octava armadura Gundam que luchó en la “Calamity War” y una de las pocas en sobrevivir. Durante la serie pasó por actualizaciones y transformaciones que lo hicieron digno de llevar el apodo de “Tekkadan no Akuma” diablo o demonio de Tekkadan en español y hoy vengo a compartir con ustedes algunas fotos y comentarios sobre el ensamble de mi primer Gunpla.
Había querido un kit Gunpla de Barbatos desde que la serie comenzó, pero por diversas razones nunca pude juntar el dinero necesario y terminaba aplazando la compra. Hasta el día 23 de agosto que tuve algo de dinero guardado y un amigo cargó el kit a su pedido de Amazon. Esperé 5 días llenos de ansia y emoción, una emoción que no se había presentado desde que pedí la PS4 desde Canadá.
El paquete llegó sin ningún problema al final de mi día de clases. Corrí a mi casa desde la escuela, acerqué agua, un ventilador y puse manos a la obra.
Estos Kits se caracterizan por incluir cientos de piezas pequeñas que, al final, forman una figura totalmente articulada.
Empecé con el torso de la máquina, tenía el esquema de color blanco y azul, ya clásico del Mobile Suit principal en cada serie de la franquicia. Algunas eran piezas totalmente reconocibles, como la cabina y el pecho del robot.
Seguí con la cabeza de la máquina, esta fue un poco complicada debido a que las piezas eran más pequeñas que la parte del torso, pero fue increíble cuando pude reconocer casi todo, desde la barba hasta los cuernos dorados que adornan su frente.
Armar brazos y piernas pudo ser más rápido, pero quería ir seguro y tomarme mi tiempo con cada pieza. Las piernas tenían dos puntos de articulación, la rodilla se podía mover de dos maneras y los pies mostraban la dominante apariencia que tenían en serie. Tobillo y metatarso eran articulados para una mejor estabilidad.
Para los brazos fue un poco más complejo. Aquí tenía las articulaciones de hombro, codo y muñeca, agregado a esto también estaba el compartimento en el antebrazo que guardaba un brazo auxiliar que podía ser usado en batalla equipándolo con un arma. Las manos estaban bien, mantenían las feroces garras que podrían atravesar al oponente y la muñeca también podía moverse.
Ahora sólo faltaba la cadera donde estaban los propulsores encargados del desplazamiento en aire y tierra. La pieza fue bastante fácil de armar, pero de suma importancia para la integridad de la máquina.
Entonces llegué a mi arma favorita, llamada Tail Blade, siendo para mí sólo la cola de Barbatos. Esta arma, pegada a la espalda del robot, es controlada directamente por el piloto desde su columna vertebral; su velocidad y filo la hacen un aditamento letal al momento de combatir. En el modelo incluía un cable para colocar la cola en la posición deseada. Decidí ponerla desplegada a la izquierda del cuerpo.
Como extra también venía el arma insignia de Barbatos, la Maza ultra larga. Un arma contundente capaz de destrozar cualquier aleación.
Finalmente, después de 4 horas tonteando y trabajando, el Mobile Suit ya estaba completo y listo para colocarlo sobre la PS4. (Algún día me ocuparé de hacer un diorama con más Gundam) Por ahora los dejo con una imagen de Barbatos el rey de los lobos o en latín Barbatos Lupus Rex.
Soy la clase de persona que siente afinidad por objetos inanimados con facilidad y Barbatos es fácilmente mi Mecha favorito junto a Mazinger Z.
Admito que en el momento en el que terminé el modelo, pude soltar una o dos lágrimas de felicidad.
El único punto que no me gustó fue la absurda cantidad de estampas que tiene el robot. Queda un poco antiestético y pierde impacto, sobre todo las garras que vienen en negro cuando se supone que sean doradas. Esto se puede arreglar con un poco de pintura, pero hay que prepararse con pulso de cirujano para hacerlo bien.