Reseña: Wandavision. El duelo y el apoyo en tiempos de perdida.
Con películas millonarias y super éxitos como Avengers Endgame, Disney parece ser capaz de construir todas las piscinas de monedas estilo McPato que se le dé la gana. Ahora, a un año del lanzamiento de su sistema de Streaming, nos ha traído una de las series más interesantes en el mercado. El MCU avanza con Wandavision, la apertura de la cuarta fase.
Antes de continuar, queremos aclarar que esto no se tratará de una revisión episodio por episodio del programa. Más bien de una reseña general de la serie. Muchos detalles quedarán eliminados, pues todos los medios dedicados al entretenimiento ya han hablado de ellos e incluso habrán hecho teorías al respecto. También podemos adelantarles que no creemos que sea la mejor serie de Disney, tampoco de la televisión en general. Tiene calidad Marvel, o sea, sirve para entretener, pero no es Twin Peaks o Breaking Bad. Sin embargo, hay un mensaje bien representado en vez de sólo golpes, rayos y diálogos sosos de superhéroe.
La primera reacción al ver el primer episodio es “¿Qué rayos estás pasando aquí? ¿Por qué todo está en blanco y negro? ¿Ese sujeto no estaba muerto?”.
Wandavision trata de hacernos especular. Surgen muchas preguntas, pues desde los primeros diálogos vemos que Wanda Maximoff sabe que Visión está hecho de vivranium y que ella tiene poderes que debe que esconder de sus vecinos. El primer episodio está basado en el Show de Dick Van Dyke, por lo que se escuchan risas pregrabadas y efectos especiales poco acordes a lo que ya habíamos visto en el cine. Este es un excelente inicio para una serie que usará las comedias familiares como base de su temática.
Fue ahí cuando muchos empezaron a sacar especulaciones sobre qué pasaba. Iban desde un multiverso hasta que Wanda estaba siendo controlada por personajes de los comics como Mefisto. Sin embargo, las teorías comenzaron a tomar fuerza en el segundo episodio, cuando Wanda encuentra un helicóptero de juguete con un símbolo extraño. Luego aparece un apicultor desde el drenaje y se entiende que Wanda es capaz de negar ciertos eventos al televidente.
El punto importante para su análisis es cuando Wanda da a luz a un par de gemelos después de sólo un día de gestación. Al mirarlos, su amiga Geraldine y ella conversan sobre el hermano de Wanda, muerto a manos de Ultrón. La reacción de Wanda es de negación y al atacar a Geraldine (cuyo verdadero nombre es Mónica Rambeau, hija de María Rambeau), se logra comprender que Westview se encuentra bajo su control.
Luego de esto, las cosas se mantienen un tanto simples. Se introducen nuevos personajes, la mayoría secundarios de otras películas, como el agente del FBI Jimmy Woo, Darcy Lewis antigua pasante y amiga de Jane Foster, y el director de la agencia Sword, Tyler Hayward, quien funcionará como antagonista para esta subtrama. Sin embargo, las revelaciones más importantes llegan casi al final, cuando aparece Pietro Maximoff, el “hermano” muerto de Wanda y con la verdadera identidad de la vecina entrometida Agnes, Agatha Harkness.
También, los bebés que Wanda dio a Luz se convierten en algo más que sólo criaturas chillonas. Billy y Tommy, quienes tienen poderes similares a los de su madre y tío, cada uno. Su función en la trama es limitada y, aunque no lo parezca, sirve para comprender cuál es el verdadero significado de la serie. Pero de ello hablaremos más adelante.
Lo bueno:
Marvel ha logrado plasmar un mínimo de calidad en sus películas. Son entretenidas, proyectan buenos valores, promueven el compañerismo y tienen personajes divertidos, además de escenas bastante memeables. Son un blockbuster en su máxima expresión, o como dirían en México: es palomera. Su único inconveniente en este aspecto es que no se deben tomar en serio porque ese no es su motivo de existir. Los bestsellers sólo existen para recaudar dinero para proyectos más arriesgados, como Soul o Raya. Esa es su función y jamás debemos olvidarlo.
En este aspecto, Wandavision cumple con todos los parámetros de Disney y Marvel, teniendo dos elementos como principales motores de la trama: la familia y el duelo.
Wanda no es la persona más afortunada del mundo. Sus padres murieron, su hermano gemelo murió y, en el final de “Avengers: Infinity War”, también su novio Visión. Con eso ya podemos ver que Wanda está destinada a sufrir. Llega a un punto de tristeza máximo cuando se encuentra con el cadáver desmantelado de Visión en las oficinas de Sword y se ve obligada a aceptar que no podrá cumplir su máximo deseo como pareja: vivir juntos en un pequeño pueblo y tener una familia.
Es aquí cuando Wanda entra en un estado de negación total. Y, como ya se ha visto en películas del mismo género como “Logan” o series como “Legion”, las enfermedades, padecimientos y sentimientos de personajes con poderes psíquicos tienen repercusiones más grandes de lo normal. En este caso, Wanda se recluye en un mundo hecho por ella misma, donde puede seguir su vida como siempre la imaginó: teniendo una familia con Vision en un lugar donde cualquier problema se soluciona al final del episodio. Las series que su padre vendía en Sokovia sirvieron como referencia para tal mundo, dejándola imitar situaciones vividas por Dick van Dyke o Bryan Cranston.
Visto de otra forma, Wandavision es la historia de cómo Wanda hace las paces consigo misma y acepta la pérdida de su esposo. Pasó por las cinco etapas, iniciando por la negación, seguida por la ira (pobre Mónica), la negociación (tratando de entender por qué ocurrieron las cosas hablando con Pietro), la depresión (cuando prefiere quedarse en su casa comiendo cereal) y, al final, la aceptación, donde no sólo acepta su perdida, sino que acepta sus poderes como Bruja Escarlata.
Puede que el tratamiento fuese un poco superficial, pero es comprensible y notable. Wanda llega destruida emocionalmente y dispuesta a rodearse de ilusiones hechas por ella misma, para logra aceptar que ni siquiera sus hijos existen realmente. El mensaje no es que no necesita de ellos o de Visión, sino que debe aceptar que no existen y que no puede esconderse del mundo como si eso fuera a cambiar el pasado.
Lo malo:
Cuando sólo había dos episodios en Disney+, Twitter ya estaba lleno de teorías que pregonaban la supuesta confirmación de personajes como Mephisto, Magneto, Charles Xavier, Quicksilver de Evan Peters, un multiverso e incluso la aparición de Toby McGuire como Spiderman.
Ocurrió lo que yo llamo, el efecto “Death Stranding”. ¿Recuerdan cuando Kojima mostraba un trailer con Norman Reedus desnudo o a Mads Miekelsen rodeado de esqueletos y todo el mundo imaginaba cómo sería el juego? Pues eso fue exactamente lo que ocurrió con Wandavision. Hubo tantas teorías conforme iban saliendo los episodios que la gente ya había creado su propia versión de la serie.
La inclusión de Peter Evans como Pietro sólo sirvió para generar más altas expectativas en los fans. Al tener al Quicksilver de Xmen, el que era capaz de correr más rapido que las balas en secuencias musicales increíbles, se generó la expectativa de fusionar el MCU con su universo. Pudo ser increíble, claro que sí. Y sospecho que Disney quería crear ese sentimiento. Para Wanda, en el universo de los Vengadores, ese chico no significaba nada, pero para el mundo real sí.
Y aceptémoslo, el Quicksilver de Xmen es superior al de MCU. Él sí puede esquivar balas.
De todas las teorías, sólo una se cumplió: Agnes era Agatha Harkness. Ella siempre estuvo detrás de todos los problemas de Wanda e introdujo al falso Pietro. Por suerte, no se incluyó a Mephisto, un ser demoniaco al que ya se le ha visto en el cine como enemigo de Ghost Rider de Nicolas Cage.
Esta expectativa provocó que muchos de esos fans amantes de los comics se sintieran decepcionados. Por otra parte, los espectadores que sólo han tomado en cuenta las películas y, tal vez, las series de Netflix, no lo vieron como algo malo. De hecho, la revelación de Agatha Harkness como villana se sintió bastante orgánica, explicando algunos interrogantes de la serie.
Moraleja: No saquen elaboradas teorías basadas en comics de hace treinta años.
Conclusión: El futuro.
Wandavision es la apertura de la curta fase del Universo Cinematográfico de Marvel. La tercera fase terminó con “Engame”, dejando a “Spiderman: lejos de casa” y a “BlackWidow” como epílogos. Ya que la trama principal concluyó con la desaparición de Thanos, sólo queda especular; sólo tratemos hacerlo de la forma correcta y no sacando altas expectativas como con Wandavision.
Se ha hablado de la incorporación de los mutantes, aunque, después de veinte años de películas de X-Men, lo mejor sería dejarlos descansar un rato y esperar a que el mundo olvide un poco a Hugh Jackman.
También se ha hablado de las guerras Skrulls, de Galactus y de Avengers Vs. Xmen. Pero si de mi dependiera, dirigiría todos mis esfuerzos para preparar Secret Wars. Aunque, por lo que ha mencionado Kevin Feige, pareciera que el nuevo concepto para esta fase es hacer arcos narrativos más cortos y tramas paralelas para concluir en películas de alto perfil como “Endgame”. Podría ser que todas las otras opciones estén en lo correcto y que ese gran filme sea algo de nivel Secret Wars.
Eso se verá en el futuro. Por ahora sólo podemos esperar y aprender de Wanda para superar el pasado. Debido a la pandemia, muchos necesitarán aprender a lidiar con la perdida de sus seres queridos, y no hay nadie mejor que una super heroína para guiarnos.
Ahora sólo queda preguntarnos por qué Doctor Strange jamás fue a resolver este asunto en Westview.
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