top of page

¿Es Zelda lo mejor del año?


2017 fue un año lleno de sorpresas, buenas entregas, nuevas aventuras, títulos que reinventaron su género, títulos que pulen cada aspecto que tienen, juegos que nos transportan a un nuevo mundo y nos convierten en el protagonista de una aventura sin igual.


Pude ver todo lo que pasó este año. El increíble sistema de combate y compleja historia de NieR:Autómata, la combinación de futurismo y dinosauros en Horizon Zero Dawn, la incomparable acción y velocidad de Nioh, los guerras interestelares y trabajo en equipo de Destiny 2, la animación de los años 30 y dificultad estilo contra de Cuphead, la bellísima y perfecta música Blues y Jazz de Persona 5.


Vimos tanta belleza en este gran año, pero aun así hay un juego, una historia, una aventura, una leyenda que logró sobreponerse a cada bomba que fue lanzada. The Legend of Zelda: Breath of the Wild.


Parece tan lejano aquel momento que Nintendo nos presentó un tráiler de Zelda para demostrar las capacidades del Wii U. Todos creíamos y esperábamos que este Zelda de aspecto tan realista y maduro sería la nueva entrega, esperamos, soñamos y algunos rezamos por obtener noticias al respecto… pero todo se quedó en un simple demo técnico.


Fue hasta la E3 del 2015 que Eiji Aonuma nos mostró una verde planicie llena de vida y con un detalle asombroso que muchos vimos nuestro sueño materializado: un nuevo Zelda estaba en desarrollo. Puedo recordar como si hubiera sido ayer aquel momento en el que un jinete con capucha negra huía de lo que parecía ser una araña robot y preparaba una flecha sacada de un libro de ciencia ficción para dispararla y dejarnos con la pantalla en blanco y la boca abierta.


Tuvimos dos años de espera. Escuchar el nombre de “Zelda” se volvió sinónimo de emoción y hype. Los fans esperaban ansiosos el día de salida. Algunos buscaban estrenar su Nintendo Switch con él, otros en condiciones más humildes optaron por la versión de Wii U, pero el punto no era la plataforma, el punto no era llenarle los bolsillos a Nintendo; el punto no era presumir la nueva consola. El punto era visitar Hyrule una vez más, empuñar la Master Sword y hacer que la leyenda renaciera en nuestros corazones.


El juego que carga con la reputación y prestigio de aquella saga que nació hace más de 30 años estaba en nuestras manos, esperando por aquellos dispuestos a tomar el papel de héroe y con la determinación de ser dignos de llevar la Master Sword.


Si tuviera que definir Breath Of the Wild en una sola palabra, elegiría libertad. No hay límites a lo que puedas hacer en el juego.


Nintendo tomó todos los estándares que la saga había creado y los lanzó por la ventana para crear esta obra maestra. No hay calabozos, no hay progresión lineal, no hay lugares inalcanzables y tampoco hay quien te diga cual es el siguiente paso.


Mucho se ha hablado acerca de que los juegos para un jugador están muertos, o a punto de morir. Dicen que a los jugadores ya no les gusta jugar solos, que ahora todo es en equipo y en línea. Se ha hablado sobre convertir los juegos en un servicio. Pero la variedad, incertidumbre, factor sorpresa, reto, tamaño y duración de Breath Of the Wild dicen todo lo contrario. Estamos en una época en la que los jugadores ya no quieren esforzarse por un logro, prefieren pagar por un contenido que podrían obtener, quieren una flecha en el mapa guiándoles a su siguiente objetivo. Zelda te toma a ti, como Link, te abre las puertas del nuevo Hyrule y te dice que hagas lo que quieras.

Claro que uno no puede ir por el mundo matando monstruos y haciendo su voluntad. Se nos presenta un tutorial con las mecánicas básicas y leyes físicas que rigen el nuevo Hyrule, aquí obtenemos todo lo necesario para empezar la aventura y de qué va la historia en este nuevo Zelda.


Pasando por el pequeño tutorial, ahora sí podemos dar rienda suelta a todas las posibilidades que se nos presentan. Detrás de toda esta libertad se esconde una gran historia y miles de secretos en todo el mundo. Link estuvo durmiendo por cien años y cuando despertó perdió todos sus recuerdos, y, a lo largo del juego podemos recuperar algunos de éstos y conocer la vida de nuestro héroe antes del cataclismo causado por Ganon. Estos recuerdos son tan variados, como los que una persona normal puede tener, felices, tristes, incómodos e incluso románticos.


Otro punto que rompe con el esquema clásico es que ahora no hay necesidad de un orden predeterminado para llegar al final; apenas dejas el área tutorial ya puedes entrar al castillo donde aguarda el jefe final del juego. Claro que hacerlo con esta prisa resultará en un posible “Game Over”.


Uno podría pensar que teniendo un buen equipo está listo para cualquier reto que pudiera presentarse. Pero, por desgracia para muchos, aquí es muy diferente; cada arma tiene un límite de usos y eventualmente se romperá, cargar equipo metálico ocasionará que te caigan rayos durante las tormentas eléctricas y hará que los ataques eléctricos sean aún más letales; la ropa y equipo de madera puede arder debido al calor y el frío de las montañas puede congelar hasta los huesos. La interacción con el medio ambiente es un elemento realista, junto con la física que manda en el mundo.


Zelda logra fusionar lo mejor de la legendaria saga y la innovación tecnológica que hace posible recorrer y descubrir un nuevo mundo.


Como complemento extra tenemos dos expansiones de contenido al precio de 19.99 dólares. El primero nos presenta objetos que son muy útiles durante la aventura, si quieres evitar el combate o simplemente disfrutar de la historia y sus escenas cinematográficas. Tambiense nos presenta una dificultad mayor llamada “Master Mode” en la que todo el peligro aumenta en gran medida, a pesar de que ya era fácil morir dando un mal paso. Aquí también regresa el sueño de muchos y es que incluso la Master Sword se quedaba sin energía e inutilizable por diez minutos, pero completando el “Trial of the Sword” podremos desbloquear el auténtico poder de la espada y hacerla casi indestructible. Sigue quedándose sin energía, pero vale para eliminar a cualquier enemigo sin ningún problema.


La segunda expansión se enfoca en los campeones del antiguo Hyrule que lucharon al lado de Link y Zelda hace cien años en contra de Ganon.


Nos presenta una historia nueva, un calabozo nuevo y nos da un nuevo punto de vista sobre los campeones que dieron su vida durante el cataclismo. Daruk, Urbuosa, Revali y Mipha. Valientes guerreros dispuestos a dar su último aliento por defender la tierra que aman y que aún desde el otro mundo siguen apoyando a Link en su viaje.

The Legend of Zelda: Breath of the Wild sufrió muchos retrasos durante su desarrollo, al grado de salir simultáneamente en dos consolas de Nintendo. ¿Está justificado tanto retraso? Pienso que sí.


Tal vez algunos se molestaron por la espera, se sintieron traicionados al comprar una consola por un solo juego, pero aquí en TrueCompiler compartimos el pensamiento de Shigeru Miyamoto: “Un juego retrasado eventualmente será bueno, pero un juego apresurado siempre será malo”


Así que ahí está, Zelda es lo mejor que vimos en el 2017 pero eso no resta importancia a las otras entregas que se merecen un lugar en nuestros corazones y un hueco en nuestro librero de juegos.



bottom of page