Conozcamos a Jade Raymond
Hay pocos creadores en el mundo de los videojuegos. Por suerte, destacan algunos como Hideo Kojima, Ken Levine, Neil Druckman y Shigeru Miyamoto, quienes han aportado algo al mundo del entretenimiento electrónico. Y, ahora que ha vuelto Assassin’s Creed con su más reciente entrega Oddysey, podríamos profundizar en su más importante colaboradora: Jade Raymond.
En este mundo gobernado por penes, Raymond logró destacar por su trabajo como programadora en Sony, en donde, además de trabajar en algunos juegos inolvidables como "Jeopardy!", ayudó a establecer las bases para lo que después se convertiría en la Playstation Network. Su trabajo en arquitectura de sistemas en línea le dio trabajo en Electronic Arts, donde trabajó como productora de una versión en línea de The Sims.
Pero su colaboración más reconocida es en “Assassin’s Creed”, en donde participó como productora de la primera entrega y fue quien guió gran parte de las decisiones que terminaron por dar la identidad a este juego. Continuó sirviendo como productora en subsecuentes entregas, tales como “Assassin’s Creed 2” y “Assassin’s Creed: Bloodlines”, pero su última gran producción en Ubisoft Toronto, del cual era directora, fue “Watch Dogs”.
Por distintas diferencias con la compañía (expresadas con mucha discreción), Raymond anunció la finalización de su relación con Ubisoft. La decisión se atribuye a la poca atención que se le daba a su estudio. En 2015, anunció que trabajaría con el estudio Visceral Games de Electronic Arts a cargo de Amy Hanning, en la producción de un nuevo juego sigle-player de Star Wars. Por desgracia, se sabe que el avance de esta producción fue muy lenta y llena de complicaciones provocadas por las decisiones del corporativo principal. Muchos de éstos se atribuyen a la reasignación de personal dentro de la misma para producir Star Wars: Battlefront II. Sobra decir que este título ha sido uno de los más destructivos en la industria de los videojuegos, siendo lo que provocó que hubiese un mal control de calidad en Mass Effect: Andromeda, el cierre de Visceral Games, la cancelación del juego en el que se estaba trabajando y la implementación de leyes en distintos países contra las micro-transacciones.
La importancia de Jade Raymond no se reduce a un papel administrativo, sino que se sabe que es ella quien tomó las decisiones finales a la hora de crear conceptos que ahora tomamos como bien establecidos. Su trabajo en la saga de los asesinos es uno de los más notables porque fue ella quien decidió que el juego no debía ser un hack&slash como God of War, y mejor ser un juego de sigilo y de interacción con el escenario. Su presencia le ha producido gran renombre a diferentes estudios, aunque pocas veces se le ha visto como figura pública de éstos; la razón de esta ausencia es su apariencia física. Páginas como Kotaku han afirmado que su aparición acapara la atención en las presentaciones y que es una mera herramienta para atraer a la prensa especializada.
Jade Raymond ha destacado, progresado y mejorado, y es considerada una gran influencia en los círculos de producción y diseño. Proveniente de Montreal, ella consiguió su grado en ciencias de la computación y empezó como un elemento más en las vastas líneas de compañías masivas. Su ascenso y progreso ha tenido tropiezos, pero estos sólo son prueba del machismo y la desigualdad en la prensa, la industria y los consumidores.